El artículo sostiene que la rutina es el mayor enemigo de la felicidad humana, actuando como una carcoma que genera aburrimiento, estancamiento y afecta diversas esferas como el matrimonio, la vida profesional y las relaciones personales. Para combatirla, la autora propone un esfuerzo de creatividad que ayude a romper con los hábitos diarios y a renovar la forma de interactuar con los demás. La solución fundamental reside en cultivar una vida espiritual íntima con Dios, a través de la oración y la meditación de la Biblia, lo cual es indispensable para la superación personal. Se concluye que el amor lo vence todo, pero requiere la ayuda de la renovación constante para superar la rutina.