El artículo postula que el problema más grave de la vida social no es la crisis, sino el profundo desorden o desorganización moral y material. El valor central o nuclear de la estructura social es la organización el orden , que implica ordenar e integrar los elementos de la sociedad conforme a principios éticos en orden al bien común. Este valor se complementa con la cooperación solidaridad y de servicio , la función instrumental del trabajo, la oportunidad relativa de igualdad y justicia , y la movilidad como capacidad de transformación. Se concluye que el equilibrio entre estos valores, cultivados desde la familia y las asociaciones, es esencial para evitar el individualismo egoísta y el colectivismo opresor.