El artículo aborda la creciente contaminación atmosférica en la Ciudad de México , señalando que la falta de un compromiso personal genuino y la delegación de la responsabilidad a instancias superestructurales (gubernamentales o internacionales) son la causa de que la situación no mejore significativamente. Como alternativa, la autora propone la aplicación de la metodología del modelo obrero italiano para el manejo ambiental, centrado en la Autogestión ciudadana. Este modelo busca que los ciudadanos se conviertan en sujetos activos de estudio y solución de su problemática ambiental, promoviendo la Socialización del conocimiento y el principio de No-Delegación para generar una conciencia de sus repercusiones en la salud y el modo de vida.