Este artículo aborda las barreras estructurales que enfrentan jóvenes de zonas rurales de Tamaulipas para acceder a la educación superior. A través de un estudio mixto, se analizan factores como la pobreza, brecha digital, carencias en la educación media superior, y la limitada presencia de instituciones universitarias. El objetivo es realizar un diagnóstico territorial y proponer políticas públicas de inclusión educativa que conecten bachilleratos, instituciones como CONALEP, CECyTE, y la UAT. Los hallazgos evidencian un rezago histórico vinculado con desigualdad social, que requiere intervenciones integrales desde el Estado y actores educativos. Se concluye que la equidad educativa territorial es clave para el desarrollo sostenible y la justicia social en Tamaulipas.