Reciban un afectuoso saludo desde su alma mater. Hoy quiero dirigirme a ustedes como parte de esta gran familia lasallista que sigue creciendo y dejando huella en cada rincón del mundo. Nos llena de orgullo ver cómo cada uno de ustedes, desde sus distintos caminos profesionales y personales, encarna los valores que promovemos: el compromiso con la excelencia, la solidaridad y la innovación con sentido humano. Desde La Salle, seguimos trabajando para que nuestra comunidad continúe siendo un referente de formación integral. Sabemos que el vínculo con nuestros alumniLaSalle es esencial. Ustedes son testimonio vivo del impacto de nuestra misión educativa, y su experiencia es un faro que guía e inspira a las nuevas generaciones de estudiantes. Los invitamos a mantenerse cerca, a seguir construyendo juntos. Sus logros nos motivan, y su participación en la vida universitaria sigue siendo fundamental. Estén atentos a nuevas iniciativas, encuentros y espacios de colaboración que estamos preparando especialmente para ustedes. En comunidad, celebramos la historia que nos une. Quiero invitarles a reflexionar sobre la importancia del apoyo mutuo en comunidad, y también a agradecer a quienes les han acompañado a lo largo de su vida porque, gracias a esas personas, ustedes se han convertido en quienes son hoy. Gracias por seguir llevando el espíritu lasallista con orgullo, donde sea que estén. Animémonos unos a otros a vivir nuestro ser lasallista, nuestra fe, fraternidad y servicio en bien de los demás.