Existencia, destrucción y nominalismo de la gracia: una mirada a Lutero, Kierkegaard, Peterson y Heidegger
Zusammenfassung
Si la filosofía moderna hubiera enseñado con Tomás de Aquino que operatio sequitur esse (la operación sigue a la existencia), tal vez se habría apreciado el valor que tenía para el aquinatense el verbo infinitivo esse, es decir, la resonancia y trascendencia verbal de la palabra ser y su diferencia con el esse (ser) como sustantivo o nombre. Quizás también se habría valorado de otra manera a la escolástica y no habría habido necesidad de mostrar el ajuste más o menos logrado de los conceptos de la Edad Media. No habría habido necesidad de indagar el orden de las intenciones que dan su unidad a pensamientos vivos como los de Abelardo, Avicena, Averroes, Tomás de Aquino, Maimónides, San Buenaventura, Occam o Duns Scoto, componiendo y fundiendo los elementos recibidos, determinados en un tiempo y un medio dados.