The Great Lockdown: What to expect when you are expecting an economic crisis
Abstract
A medida que la pandemia de COVID-19 ha impuesto restricciones a la movilidad en todo el mundo, cada vez más analistas se refieren a este proceso como el inicio de una crisis sin precedentes, cuyas consecuencias todavía no pueden ser evaluadas. Esta crisis ha sido etiquetada por el Fondo Monetario Internacional como: el Gran Confinamiento. La naturaleza excepcional de esta crisis se ha convertido en una fuente de gran ansiedad sobre lo que habrá de ocurrir en los próximos años. Si bien es cierto que existe una gran incertidumbre, también es verdad que existen lecciones de anteriores procesos de crisis que pueden servir como guía. Aún cuando cada proceso tiene contextos, causas y circunstancias particulares, a partir del análisis es posible identificar elementos comunes entre distintos episodios de crisis. Por lo tanto, en este contexto, es útil mirar hacia atrás y tratar de prevenir, tanto como sea posible, sus efectos negativos. En este sentido, el presente trabajo revisa algunas de las lecciones clave aprendidas de la crisis de 2008 y sus secuelas, para que los tomadores de decisiones y las partes interesadas puedan desarrollar estrategias preventivas para los meses y años venideros. Al hacerlo, el documento analiza el papel de los activos financieros, la deuda y la regulación en la configuración de un entorno económico propenso a crisis y expone que incluso antes del brote de COVID-19 es posible identificar señales de advertencia en la escena internacional. A medida que la pandemia de COVID-19 ha impuesto restricciones a la movilidad en todo el mundo, cada vez más analistas se refieren a este proceso como el inicio de una crisis sin precedentes, cuyas consecuencias todavía no pueden ser evaluadas. Esta crisis ha sido etiquetada por el Fondo Monetario Internacional como: el Gran Confinamiento. La naturaleza excepcional de esta crisis se ha convertido en una fuente de gran ansiedad sobre lo que habrá de ocurrir en los próximos años. Si bien es cierto que existe una gran incertidumbre, también es verdad que existen lecciones de anteriores procesos de crisis que pueden servir como guía. Aún cuando cada proceso tiene contextos, causas y circunstancias particulares, a partir del análisis es posible identificar elementos comunes entre distintos episodios de crisis. Por lo tanto, en este contexto, es útil mirar hacia atrás y tratar de prevenir, tanto como sea posible, sus efectos negativos. En este sentido, el presente trabajo revisa algunas de las lecciones clave aprendidas de la crisis de 2008 y sus secuelas, para que los tomadores de decisiones y las partes interesadas puedan desarrollar estrategias preventivas para los meses y años venideros. Al hacerlo, el documento analiza el papel de los activos financieros, la deuda y la regulación en la configuración de un entorno económico propenso a crisis y expone que incluso antes del brote de COVID-19 es posible identificar señales de advertencia en la escena internacional.