Anaximandro: primer metafísico (ápeiron), y del primer principio (arché)
Resumen
En el siguiente ensayo, mostramos, o demostramos, basándonos en los fragmentos conservados, en su mayoría, por Teofrasto, que el término o concepto de arché fue utilizado por vez primera por Anaximandro de Mileto, y no, como nos parce sugerir Aristóteles, por Tales de Mileto al proponer el agua como origen o “principio” de todo lo que es, pues, como vemos, Tales de Mileto cuando define o postula al agua como “principio” no lo hace en el sentido de arché, es decir, el ve y habla del agua únicamente como eso de común que tiene todo aquello que existe y sin lo cual no podría existir, observa en el agua el elemento básico de la vida, mas nunca ve, ni dice de ella que es de donde nació el universo; mostramos también que es Anaximandro el primer pensador metafísico, esto al postular el ápeiron como ese arché del universo, pues, a diferencia de los pensadores anteriores a él, Anaximandro encuentra este principio en algo fuera de la naturaleza, en algo diferente a los elementos y los sentidos, pues vimos que Tales no vio en el agua a ese ser supremo o divino ajeno al universo y creador de él, no vio en el agua a un dios; por su parte, Anaximandro si define al ápeiron como una especie de Dios infinito y de donde procede la mezcla original que con el devenir origina y mantiene al universo existiendo. Así, pues, demostramos que la idea de arché es original de Anaximandro, él es el primero en utilizarla para referirse a un nacimiento, a la procedencia del universo, y es, así mismo, él el primer metafísico (antes que Jenófanes y Parménides), al proponer esta procedencia en un “Dios” infinito y ajeno o apartado del universo, es decir, que no forma parte de él, y lo llama ápeiron, que es lo indefinido, infinito, ilimitado, indeterminado, que creó al universo (y permanece fuera de él), dotándolo del devenir, este constante cambio que, por medio de la finitud y cambio constante de sus individuos, lo vuelve infinito. Finalmente demostramos lo mal que, por culpa de la dogmatización de la obra de Aristóteles, ha sido tratado el pensamiento presocrático.