dc.description.abstract | Cuando uno se pregunta por la función de la filosofía en el mundo “real”, una serie de interrogantes hacen aparición. La filosofía parece ser ya un problema de suyo por el mero hecho de existir; no hay una forma única para poder pensarla o para asumir que se debe desarrollar de cierto modo en específico. El que hacer filosófico es una tarea que exige, en primer momento, la capacidad de asumir una postura ante la vida y ante aquellos argumentos que presentan la existencia de la filosofía de uno u otro modo. Tal parece ser que, como lo mencionan algunos pensadores de la escuela de Frankfort, la filosofía existe y toma lugar en el quehacer humano, justo en el momento en que se hace presente la crítica. Ahora bien, el hecho de pensar la crítica
o de encontrarse siempre en pleno debate, radica en la simple, pero constante, confusión de lo que la filosofía es frente a las otras disciplinas; cualquier otra ciencia parece tener muy claro el camino recorrido o las formas de proceder, pero no la filosofía. Así pues, Horkheimer anuncia que la crítica es la condición de posibilidad de la filosofía misma, debido a que hay un desinterés notorio por parte de aquellos filósofos profesionales. Por otro lado, Arendt asume, en algunos de sus ensayos, que la preocupación por el mundo o por la realidad, no es un problema que interese a los filósofos, ya que se centran en las cuestiones metafísicas y eso los aleja del mundo real. El hecho de pensar a la crítica como la forma de acción de la filosofía se centra en la necesidad y en la posibilidad de encontrar claridad frente a lo que acontece en el mundo. | es_MX |